¿Te atreves con un acertijo?-preguntó el Maestro. El discípulo aventajado con voz entrecortada contestó: " Maestro no sé si podré resolverlo".
No temas, escucha y contesta con sinceridad- le sugirió el Maestro.
El Maestro le interpeló entonando con claridad: ¿ cómo conocer cuando el agua cubra la mitad del vaso si está medio lleno o medio vacío? Tras un pequeño silencio, el discípulo con gesto sonriente, apabulló al Maestro y expresó atropelladamente estas palabras: " bebiendo, probando con tus propios labios el agua y percibiendo por el suave tacto de tus dedos sobre el vaso su contenido"
Con eso solamente calmarás tu sed, relató el Maestro con extrema bondad en sus palabras, pero para descubrir el verdadero valor debes ...
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