"Caprichoso el destino" escribía en una libreta de apuntes, sosteniendo entre sus manos un pequeño lápiz de grafito. Continuó su breve relato acariciando suavemente las hojas gastadas entre las manos: "La aventura comienza en el mismo instante en que te obligas a no tomar ninguna decisión, ni siquiera a pensar lo que has vivido. Es más práctico al principio, pero juegas con la certeza de que siempre el ser humano elige entre todos los posibles un camino."
Se mordió el labio hojeando el cuadernito. Giró su cabeza en señal de conformidad y masticó la satisfacción de acercar sus sentimientos a un escrito.
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