GRACIAS...

Cuando doy las gracias me sobran los aplausos, se duermen las palabras decoradas y huyo como correcaminos de fuegos artificiales y sentimentalismos. Cuando sale del corazón un hecho tan sincero como es agradecer lo que uno recibe no existen frases bellas. No encuentro verbos ni canciones que igualen lo que expresan mis latidos. No soy capaz de poner letras porque sobran adjetivos y el pronombre Vosotros se hace eterno. Decir Gracias me encanta porque es inmenso pero sencillo, sólo vosotros lo entendéis como yo, porque durante dos años quería habéroslo enseñado y al final soy yo, el que gracias a Vosotros, muy bien,muy muy bien que lo he aprendido. Gracias.

POR ESO

La acumulación de vivencias no debe adelgazar ni un ápice su frescura, su vigencia, su espacio en lo más hondo de nuestros sentidos. Todo lo que va sucediendo va reconfigurando a la persona. El día a día tan mágico como pasajero, tan efímero como invisible, nos va dejando un poco de nosotros para acumular un tanto del mundo. No sabemos que encontraremos pero la búsqueda misma merece la pena. La vida abre sus puertas si optamos por continuar el camino, quedarse al borde es consumirse aunque a veces no sepamos a dónde nos lleva el destino.

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre.
Pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo. (Benedetti)