CONSTELACIONES PROHIBIDAS

La naturaleza hace mella en nuestras vidas dibujando constelaciones prohibidas. El rumor que nunca calla y se alza de puntillas. De reojo se asoman las verdades. Se disipan las nubes de algodonales pero sigue sin salir el Sol de su guarida. La palabra que se escapa solidaria a consolar la pena derretida, es la escarcha del camino de otros pasos que no encuentran el final del laberinto de otras vidas. Busca sin saber que no hay espacios entre líneas. Terrible como el cielo en Palestina. No cierra las fronteras porque nunca existieron pero teme que haya en tierra alguna mina. No hay un secreto mejor guardado que no saber evitar el pecado de beberte tu propia medicina.

LA CIUDAD DE LOS POZOS

La ciudad de los pozos


Esta ciudad no estaba habitada por personas, como todas las demás ciudades del planeta. Esta ciudad estaba habitada por pozos. Pozos vivientes ...pero pozos al fin.
Los pozos se diferenciaban entre sí, no solo por el lugar en el que estaban excavados sino también por el brocal (la abertura que los conectaba con el exterior). Había pozos pudientes y ostentosos con brocales de mármol y de metales preciosos; pozos humildes de ladrillo y madera y algunos otros más pobres, con simples agujeros pelados que se abrían en la tierra.
La comunicación entre los habitantes de la ciudad era de brocal a brocal y las noticias cundían rápidamente, de punta a punta del poblado.
Un día llegó a la ciudad una "moda" que seguramente había nacido en algún pueblito humano: La nueva idea señalaba que todo ser viviente que se precie debería cuidar mucho más lo interior que lo exterior. Lo importante no es lo superficial sino el contenido.
Así fue como los pozos empezaron a llenarse de cosas. Algunos se llenaban de cosas, monedas de oro y piedras preciosas. Otros, más prácticos, se llenaron de electrodomésticos y aparatos mecánicos. Algunos más optaron por el arte y fueron llenándose de pinturas , pianos de cola y sofisticadas esculturas posmodernas. Finalmente los intelectuales se llenaron de libros, de manifiestos ideológicos y de revistas especializadas.
Pasó el tiempo.
La mayoría de los pozos se llenaron a tal punto que ya no pudieron incorporar nada más.
Los pozos no eran todos iguales así que , si bien algunos se conformaron, hubo otros que pensaron que debían hacer algo para seguir metiendo cosas en su interior...
Alguno de ellos fue el primero: en lugar de apretar el contenido, se le ocurrió aumentar su capacidad ensanchándose.
No paso mucho tiempo antes de que la idea fuera imitada, todos los pozos gastaban gran parte de sus energías en ensancharse para poder hacer más espacio en su interior.
Un pozo, pequeño y alejado del centro de la ciudad, empezó a ver a sus camaradas ensanchándose desmedidamente. El pensó que si seguían hinchándose de tal manera , pronto se confundirían los bordes y cada uno perdería su identidad...
Quizás a partir de esta idea se le ocurrió que otra manera de aumentar su capacidad era crecer, pero no a lo ancho sino hacia lo profundo. Hacerse más hondo en lugar de más ancho.
Pronto se dio cuenta que todo lo que tenia dentro de él le imposibilitaba la tarea de profundizar. Si quería ser más profundo debía vaciarse de todo contenido...
Al principio tuvo miedo al vacío, pero luego , cuando vio que no había otra posibilidad, lo hizo.
Vacío de posesiones, el pozo empezó a volverse profundo, mientras los demás se apoderaban de las cosas de las que él se había deshecho...
Un día , sorpresivamente el pozo que crecía hacia adentro tuvo una sorpresa: adentro, muy adentro , y muy en el fondo encontró agua!!!.
Nunca antes otro pozo había encontrado agua...
El pozo supero la sorpresa y empezó a jugar con el agua del fondo, humedeciendo las paredes, salpicando los bordes y por último sacando agua hacia fuera.
La ciudad nunca había sido regada más que por la lluvia, que de hecho era bastante escasa, así que la tierra alrededor del pozo, revitalizada por el agua, empezó a despertar.
Las semillas de sus entrañas, brotaron en pasto , en tréboles, en flores, y en troquitos endebles que se volvieron árboles después...
La vida explotó en colores alrededor del alejado pozo al que empezaron a llamar "El Vergel".
Todos le preguntaban cómo había conseguido el milagro. -Ningún milagro- contestaba el Vergel- hay que buscar en el interior, hacia lo profundo... Muchos quisieron seguir el ejemplo del Vergel, pero desandaron la idea cuando se dieron cuenta de que para ir más profundo debían vaciarse.
Siguieron ensanchándose cada vez más para llenarse de más y más cosas...
En la otra punta de la ciudad, otro pozo, decidió correr también el riesgo del vacío...
Y también empezó a profundizar...
Y también llegó al agua...
Y también salpicó hacia fuera creando un segundo oasis verde en el pueblo...
-¿Qué harás cuando se termine el agua?- le preguntaban. -No sé lo que pasará- contestaba- Pero, por ahora, cuánto más agua saco , más agua hay. Pasaron unos cuantos meses antes del gran descubrimiento.
Un día, casi por casualidad, los dos pozos se dieron cuenta de que el agua que habían encontrado en el fondo de sí mismos era la misma...Que el mismo río subterráneo que pasaba por uno inundaba la profundidad del otro.
Se dieron cuenta de que se abría para ellos una nueva vida. No sólo podían comunicarse, de brocal a brocal, superficialmente , como todos los demás, sino que la búsqueda les había deparado un nuevo y secreto punto de contacto:
La comunicación profunda que sólo consiguen entre sí, aquellos que tienen el coraje de vaciarse de contenidos y buscar en lo profundo de su ser lo que tienen para dar...

RIMAS HELADAS

Siempre que escribe su historia se alisa el cabello y entrecruza sus manos, la nuca a modo de espejo y el techo de comentarios. La luz es papel principal hasta que un manantial se derrama en su espalda. Los ojos son universos, planetas que giran en torno a su galaxia, galaxia que está callada y duerme acunada entre versos ajenos. El reloj se detiene en miradas perdidas, la búsqueda errante que no dice nada y que nunca termina. Y faltan conclusiones y rimas heladas congelan la vida, así nada es diferente, así descansa la mente. Sobran renglones perfectos y faltan buenos pensamientos. Un día de estos se acaba aunque las palabras sigan de pretexto.

INFINIDAD DE DETALLES

Es increíble la infinidad de detalles que cambian el ánimo de las personas. En qué poco tiempo puede alguien pasar del astío y la desgana en la rutina de sus días al mayor sentimiento de alegría que nunca experimento en su vida cotidiana. Surge, salta, chasquido de luz que se refleja en las pupilas y la ilusión se hace presa del deseo en un instante. Vuelan las ideas, se despeja la mente, el cobarde se transforma en el más valiente. Las palabras se reciben con sonrisas y el brillo en la mirada. Nada resta, todo suma y se nos nota en la cara. El sol calienta tus pasos, tus sueños y la noche se hace eterna enlazando pensamientos, y soluciones perfectas que le explicas a tu almohada.

PAPÁ CUENTAME OTRA VEZ...

" Papá cada vez hay menos historias de princesas, caballeros, castillos encantados y dragones que echan fuego" "Papá, la vida ahora es menos divertida, sería todo más arriesgado, más emocionante en ese mundo de magia, de aventuras y de misterios"-la niña terminó su pequeño discurso, sonrió a su "papi", cogió de nuevo su libro "Dos velas para el diablo" y se fue a la cama. Su padre la arropó hasta el cuello:
"Buenas noches cariño, no leas hasta muy tarde" y le dio en la frente un beso.
El padre se dirigió a su despacho conservando en la memoria las palabras de su hija.
Se sentó delante de su ordenador y comenzó a escribir:

" En esta vida, la crisis es como esos dragones alados que aparecen en los cuentos medievales y arruinan a todo el castillo. Lanzan sus llamaradas de fuego a diestro y siniestro, los pobres campesinos y artesanos salen más perjudicados que los reyes o los poderosos caballeros. Los escudos y las armas siempre las tienen los mismos. No hay pócimas mágicas para alejar los malos augurios. "Primero las mujeres y los niños" eso rezaba todo hombre en aquel tiempo cuando aparecían desgracias, pero en este vida nuestra, hoy en día, son éstos mismos los primeros, los primeros en ser fuente de propias desgracias. En aquellos mundos lo más grave era un hechizo, una espada o una flecha y ahora con tanto capricho y tanta justicia mal hecha sufrimos encantamientos, engaños de muchos, muchos sinverguenzas. No hay aventuras de elfos y brujos. Ahora la aventura más seguida es la triste batalla de familias enteras buscando una salida a meses que nunca se acaban. Y claro que esta vida es mucho menos divertida hija mía, pero para nada, para nada menos arriesgada. Ojalá algún día seas princesa y no te falte de nada. Para eso tu padre lucha a diario contra los que siempre les dijo tu abuelo que no existían, cuando tu padre se dormía tiritando de miedo y de frío tantas y tantas madrugadas, lucharé contra auténticos fantasmas, sin cadenas y bata blanca, pero con traje y corbata.

CAPRICHOSA LOCURA

Uno escribe para sí mismo, para otros, para alguien en especial. Uno escribe y no se para, o se para demasiado a saber qué pensarán. Uno siente lo que siente, o siente que no sientan otras cosas los demás. Uno lee lo que le gusta, lo que muchos ya han leído, lo que alguien nunca leerá.
Uno a veces se detiene, se repasa, se previene de su daño, del de otros que sin querer o queriendo se lo pueden bien causar. Pero uno escribe, siente y hasta lee con gusto sin detenerse ni previsión ninguna cuando el corazón le late acelerado y la que escribe, lee y siente con pasión infinita no es la razón sino su caprichosa locura.

TENGO VEINTISIETE ALMAS

Tengo veintisiete almas con nombre que se esparcen en mi mente, pido humor inteligente que les ayude a crecer. Tengo como herramienta, mi garganta, pido que la balanza caiga al lado del saber. Tengo temarios de decimales, universos y pronombres, pido mujeres y hombres que aprendan a tener fe.
Como cometas que brillan que se iluminen sus vidas en el camino a elegir, que nunca sean fraccionados, que sean felices y enteros, valientes, multiplicados, integros y sinceros. Que cada uno sea quién decida sobre su sitio, que no se lo digan otros, que sepan bien conjugar, el "yo", el "tú" y el "nosotros". Y abran de par en par la puerta a su imaginación que es una buena razón para latir Libertad.
Esto lo sabemos todos, que la Luna no ilumina sólo es reflejo del Sol, que no hay Dictado mejor que el que dicta el corazón. Que los problemas no salen si no los queremos ver, que siempre hay una solución, porque querer es poder.
Y no hay más tareas por hoy, sólo queda repasar, que mañana Dios dirá si la cosa está de él, por si acaso ayúdale..que eres sus manos y pies, que eres sus manos y pies.

EL BAILE DE LAS NUBES

Continúa el baile de las nubes, la danza ritual del campo y las cosechas.

La tarde entre charcos y paraguas dormirá la siesta.

La vista puesta en el cielo y en el suelo, por temor a salpicones de losetas que están sueltas.

La lluvia protagonista de nuestros días, de nuestras horas "vivas" y nuestras horas " muertas". La lluvia diferente en cada gota, en cada persona que toca, en su particular mundo, en sus vivencias. Porque hay lluvia que moja, que va calando poco a poco y hay quien no se da cuenta. Otra lluvia va a personas, es llovizna y se empaman por tenerla.

En ocasiones encuentras que la lluvia es chaparrón, descanso y más chaparrón, interminente, variable, personas sin corazón, se mojan pero se secan. Quiénes niegan que cae agua y la ropa les chorrea, son personas conformistas que la lluvia les molesta. También los que van al aire, por descuido o por torpeza, nunca llevaron paraguas y la lluvia los sorprende sin poder dar media vuelta.

Esperemos que este baile de las nubes sea breve, porque como muchos saben...a gusto de todos nunca llueve.

FEBRERILLO EL LOCO

Febrero despierta con la mirada perdida ¡hay tantas cosas extrañas!, que extraña sus otras vidas. Se lava la cara buscando tras el espejo encontrar un rostro conocido, está cansado de esperar al sol y colocarse el abrigo. Pasea solitario encogiéndose de frío, pensando, dudando si hay culpables o la culpa es del camino. Después de muchas pisadas reconoce las que son de sus amigos. Sin treinta días de vida, siempre se sintió distinto. Aunque lo ve una suerte eso de ser diferente, le ayuda a ser uno mismo. Es curioso, el muy fiestero así se siente más vivo.
Febrero acompaña sin ser visto, se emociona con nosotros y nos sigue si es que huímos.
Se ríe con tu sonrisa y escucha con nuestro oído. Si creemos será el mes... que tú y yo siempre quisimos.