GRACIAS DE ORO CORAZÓN

En mi sana costumbre de sonreír ante la vida, ésta me vuelve a sorprender fiel a su estilo, caprichoso y fugaz, como los diablillos ya sin vacaciones con sus triciclos en mi plaza. Me fui haciendo seguidor de los posibles entre la maraña de preocupaciones en la selva particular del todo vale. Y si creyese en el azar diría como Silvio:" y mis causas me fueron cercando, cotidianas, invisibles.." pero no fueron las causas ni los azares como reza la canción, fue la constancia y el esfuerzo los que saltaron tu reja. Un punto de partida, una posibilidad de vida nueva, una enseñanza que me diste de cómo mirar al presente, sin hacer del árbol cortado leña. La gota de rocío resbalando sobre tus mejillas musicales. Un guiño sencillo a mi alma, mi barredor de tristezas. Qué orgulloso de encontrar tu risa en mis manos y tu abrazo abriendo puertas. Con entusiasmo e ilusión sigo creyendo ciegamente en que todo se transforma. Gracias chica de oro por cambiarle a Drexler su estribillo y darme más de lo que recibes y saltarte las normas.