Continúa el baile de las nubes, la danza ritual del campo y las cosechas.
La tarde entre charcos y paraguas dormirá la siesta.
La vista puesta en el cielo y en el suelo, por temor a salpicones de losetas que están sueltas.
La lluvia protagonista de nuestros días, de nuestras horas "vivas" y nuestras horas " muertas". La lluvia diferente en cada gota, en cada persona que toca, en su particular mundo, en sus vivencias. Porque hay lluvia que moja, que va calando poco a poco y hay quien no se da cuenta. Otra lluvia va a personas, es llovizna y se empaman por tenerla.
En ocasiones encuentras que la lluvia es chaparrón, descanso y más chaparrón, interminente, variable, personas sin corazón, se mojan pero se secan. Quiénes niegan que cae agua y la ropa les chorrea, son personas conformistas que la lluvia les molesta. También los que van al aire, por descuido o por torpeza, nunca llevaron paraguas y la lluvia los sorprende sin poder dar media vuelta.
Esperemos que este baile de las nubes sea breve, porque como muchos saben...a gusto de todos nunca llueve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario